UN CIELO CONSECUTIVO
Ha nacido en mí una extraña fascinación por los chocolates. Todo comenzó un imbécil día del mes de Enero, cuando sobrevolaba los campos de mi propia insensatez. Recuerdo ese olor penetrante a quemado. Mis alas rotas, absurdas... Y quemadas. Consecuencias de volar sobre un Cielo indefinido. Pero a cambio, mi mente lúcida, identificaba la saturación de lo intangible. He sido programado para volar, pero no para aterrizar. He desarrollado fórmulas eficientes para morir en vida. Un ratón soporta 126,005 vueltas. Solo es un maldito experimento para demostrar que la angustia es exclusiva de los humanos. Ya en Tierra, expliqué los motivos de mi viaje. Mencioné que es una alternativa para sofocar el silencio, secuestrar las horas, nulificar los procesos. Descubrí meridianos en el Cielo consecutivo....
ERIK R
ERIK R