Wednesday, September 01, 2010

SIEMPRE QUISE TENER EL CABELLO COMO CHAYANNE, PERO MI MADRE NO ES PUERTORRIQUEÑA...

Deseo escribir una novela. Llevo practicamente todo este año, planeando tal proyecto. Desde mi estancia en Playa del Carmen en diciembre del año pasado, esa idea ha ido creciendo estrepitosamente. Quizà fue el lugar casi inhòspito en algunas zonas, o el ocèano color azul turquesa, lo que me motivò a escribir de una manera màs formal y ambiciosa. Recuerdo que mientras tomaba el sol como varano despreocupado, observaba el ir y venir de cientos de turistas impresionados por la belleza del sitio. Un paraìso. Si tuviera la tarea casi suicida de hablar bien de mi paìs, nombrarìa la fantàstica geografìa que nos envuelve. Lo demàs es una absoluta porquerìa. Es curioso saber que muchos ancianos antes de morir, ya sea por causas naturales o enfermedades terminales, deciden pasar sus ùltimos dìas en alguna playa mexicana. Seguramente el costo es màs accesible que en sus paìses pensantes. Eligen nuestro territorio, porque su funeral serà barato. Definitivamente. Mientras veìa a las holandesas mostrar sus diminutos trajes de baño y a los estadounidenses meterse todo tipo de drogas, me imaginaba en un futuro como uno de esos viejos hippies relajados. Debo admitir que me entusiasmaba la idea. Yo a los 60 años, pensando sòlo en darle de comer a mis tres labradores, en escribir una cuartilla a la semana para alguna revista extranjera, en impresionar a las mujeres chilenas con mis historias imbèciles. Serìa un viejecillo apacible y equilibrado. Nadie me reconocerìa. En todo el maldito viaje de regreso, pensaba en la estrategia a seguir. Leerìa demasiado. Desde el pinche Cosmopolitan hasta el Garcìa Màrquez que tanta flojera me da. Escribirìa a todas horas y en cualquier sitio, no importando si es sustanciable lo que transmito. Estudiarìa en el Claustro de Sor Juana, (como ya lo hice), iluminado por expertos en la materia. Fantaseaba. " No mame! Nos ha rebasado, joven Erik. Usted es un escritor muy chingòn. Se perfila como una de los nuevos valores de la literatura mexicana. Usted escribe genial." Lògicamente nunca escuchè tal cosa. Mi profesor de Novela asegurò que mi escritura no encajaba en ningùn lado. Recuerdo su escèptica frase: " La gente comùn que lo lea, no le va a entender. Y a los escritores como yo, no nos va a sorprender ". ¿ Por què este idiota en vez de dar clases de literatura, no daba sesiones de karate o de parapente ? Ya en la ciudad de Mèxico, un tipo de una editorial me comentò que los escritores ùnicamente obtienen de ganancia el 18% del costo de su novela y que los cabrones de las librerìas ponen a la vista del pùblico tu trabajo, sòlo si reciben una gratificaciòn considerable. Es decir, el sueño romàntico de pasar mis ùltimos dìas junto al mar, escribiendo artìculos estùpidos para alguna revista prescindible, se ha ido diluyendo. No por decisiòn propia, sino por cuestiones del maravilloso marketing. ¿ Què serìa de mi vida si hubiese nacido en Bruselas, y desde adolescente me hubiera convertido en un famoso surfista ? ¿ Desearìa ser un escritor mexicano ? Ni madres.
ERIK R.