ES UNA HISTORIA LARGA...

....que prefiero contarla, cuando NO tenga tiempo.
ERIK R.

DE-CIERTOS MARES...

En este lado de la acera, lo posible es infinito. Lo insensato es lo ordinario. Camino conectado al destiempo. Escribì la siguiente frase: " Tengo un desierto interno, donde los cactus rasgan el corazòn y las dunas bloquean la certeza ". Me han dicho que mi escritura es barroca, rebuscada. Quizà al momento que las palabras pasan por la tràquea, se van mezclando con los restos de alimentos cìtricos. En otro orden de ideas, ( por asì llamarle al desorden metafòrico ), lanzo el siguiente mantra:
Cartòn corrugado del olvido,
difumina mis lamentos.
Melamina ponderosa,
dale vida a mis destellos.
ERIK R.

FILOSOFÌA DE MERCADO ...

Involuntariamente, escuchè una conversaciòn entre dos ancianas:
- ¿ Y usted, tiene celular ?
- No, que va. No quiero tener celular, porque ya tengo la vista cansada.
Analicè esa respuesta durante horas. Si mi mente ha disertado sobre la influenza humana, la llegada del hombre a la Luna, la crisis econòmica en Angola, y demàs temas de caràcter internacional, por què ahora no podìa comprender ese asertijo de palabras.
Pero la lucidez llegò, - como muy raramente ocurre en mì -, ademàs de una conclusiòn personal:
No me gustan las computadoras, porque siempre escucho estupideces.
ERIK R.

TELEMARKETING...

... La presiòn aumenta minuto a minuto. El joven desespera ...
Primer empleo nada despreciable: horario còmodo, obligaciones mìnimas, mujeres bellas, sugerencias lògicas. Marca el telèfono de manera poco usual; distraìdo, apesadumbrado, los dedos empiezan a tener una incòmoda responsabilidad plagada de nùmeros, cifras, porcentajes, cuotas, hastìo.
Lamada nùmero cincuenta y cuatro, ( las mismas razones de sentirse inùtil )...Del otro lado del auricular, una persona a 126 kilòmetros de distancia, seguramente adoptando una ridìcula autoridad. De este lado, el mismo joven mostrando una actitud de convencimiento poco efectiva, casi risible. Segundos de terrible angustia. Su confianza se deteriora a medida que avanza el tiempo. Pero èl, tiene serios objetivos imposibles de claudicar.
Llamada nùmero noventa y siete...Por fin, una persona accesible y paciente le brinda atenciòn que durante el dìa, ha sido ausente. El joven tartamudea, la voz palidece y su rostro adquiere tonalidades graves. Silencio. Nada mas nefasto, que tener el control en situaciones lìmite. Decide colgar intempestivamente, sin despedirse de la tierna voz que contesta amablemente.
Llamada nùmero ciento treinta y dos...Del otro lado, una voz àspera maldiciendo, y refutando palabras soeces, cuestionando el por què de la inesperada llamada a la hora de la comida. De este lado, el joven sonrìe timidamente. Respira tranquilo, y piensa: " La felicidad sì existe ".
ERIK ROJAS...( Publicado en la revista Gente de Mente, Diciembre 2004 ).