Wednesday, October 07, 2009

TELEMARKETING...

... La presiòn aumenta minuto a minuto. El joven desespera ...
Primer empleo nada despreciable: horario còmodo, obligaciones mìnimas, mujeres bellas, sugerencias lògicas. Marca el telèfono de manera poco usual; distraìdo, apesadumbrado, los dedos empiezan a tener una incòmoda responsabilidad plagada de nùmeros, cifras, porcentajes, cuotas, hastìo.
Lamada nùmero cincuenta y cuatro, ( las mismas razones de sentirse inùtil )...Del otro lado del auricular, una persona a 126 kilòmetros de distancia, seguramente adoptando una ridìcula autoridad. De este lado, el mismo joven mostrando una actitud de convencimiento poco efectiva, casi risible. Segundos de terrible angustia. Su confianza se deteriora a medida que avanza el tiempo. Pero èl, tiene serios objetivos imposibles de claudicar.
Llamada nùmero noventa y siete...Por fin, una persona accesible y paciente le brinda atenciòn que durante el dìa, ha sido ausente. El joven tartamudea, la voz palidece y su rostro adquiere tonalidades graves. Silencio. Nada mas nefasto, que tener el control en situaciones lìmite. Decide colgar intempestivamente, sin despedirse de la tierna voz que contesta amablemente.
Llamada nùmero ciento treinta y dos...Del otro lado, una voz àspera maldiciendo, y refutando palabras soeces, cuestionando el por què de la inesperada llamada a la hora de la comida. De este lado, el joven sonrìe timidamente. Respira tranquilo, y piensa: " La felicidad sì existe ".
ERIK ROJAS...( Publicado en la revista Gente de Mente, Diciembre 2004 ).

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Sugiero eliminar algunos términos y frases obvias, dejar más ficción; cuando la ficción está por sobre la realidad ha llegado el momento de escribir. Hacer buen uso de las definiciones, proferir en lugar de refutar... etc. No es malo, pero necesita constancia, estudio y menos arrogancia...

October 10, 2009  

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